Los idiomas más difíciles de traducir

Los idiomas más difíciles de traducir

Dominar una segunda lengua supone todo un reto; el proceso de aprendizaje puede resultar más o menos difícil dependiendo de varias circunstancias. Algunos idiomas pueden resultar de entrada más sencillos que otros, y en esto influye mucho cuál sea nuestra lengua materna. De ahí que el esfuerzo de la traducción profesional varíe mucho según las lenguas con las que se trabaje.

La dificultad en el aprendizaje y, por tanto, en la traducción de un idioma, varía según diversos factores. A continuación, compartimos el ranking de los idiomas más difíciles de traducir, basándonos en datos de la UNESCO, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

1. Chino

El chino es un idioma que se basa, en gran parte, en la entonación y en la pronunciación. Son factores fundamentales a dominar, ya que una mínima variación puede cambiar el sentido de una misma palabra. Tampoco ayuda el hecho de que los caracteres chinos no den ninguna pista sobre la forma de pronunciarlos. Para una persona cuya lengua materna está basada en sílabas, esto supone una dificultad añadida. Por eso, se sitúa a la cabeza entre los idiomas más difíciles de traducir.

2. Griego

Al igual que ocurre con el chino, el griego cuenta con una entonación muy compleja. También tiene su propio alfabeto, que por supuesto debe dominarse antes de comenzar a hablar la lengua. Se trata, sin duda, de uno de los idiomas más complejos tanto en su aprendizaje como en su posterior traducción.

3. Árabe

De nuevo, nos encontramos con un idioma que tiene un alfabeto específico. Sus estructuras gramaticales y ortográficas resultan muy complejas, se escribe de derecha a izquierda y, por si fuera poco, a esto hay que añadir el hecho de que, en un texto escrito, las vocales se tildan pero no siempre salen reflejadas de manera explícita, por lo que la lectura de la lengua en general resulta difícil para un hablante no nativo. Por tanto, el profesional de la traducción tiene un reto importante tanto en el aprendizaje como en el trabajo riguroso de traducción de textos en árabe.

4. Islandés

La dificultad de esta lengua reside en que se basa en reglas muy antiguas, además de que cuenta con un vocabulario muy específico. También requiere un nivel de esfuerzo importante el estudio de sus vocales, que cambian según la conjugación que se haga con ellas, y del léxico en general, ya que las palabras pueden llegar a tener decenas de formas diferentes.

5. Japonés

El aprendizaje del japonés es muy particular. Esta lengua se basa, en gran parte, en fórmulas gramaticales denominadas keigo. Se trata de unas expresiones que reflejan el respeto hacia la posición social de la persona con la que se habla, por lo que hablar japonés no es solo cuestión de dominar la gramática y el léxico, sino también de saber reflejar esta cuestión tan característica.

6. Finés

Como hemos visto anteriormente con el islandés, el finés también es un idioma cambiante, en el sentido de que sus palabras adquieren formas diferentes dependiendo de la función que tengan en cada frase. De ahí que se diga que es una lengua flexiva. Esto supone una dificultad añadida importante en su aprendizaje y requiere un gran dominio para realizar traducciones precisas de la misma.

7. Lenguas germánicas

En este apartado nos referimos, especialmente, al alemán, el danés y el noruego. Son las lenguas que presentan más dificultad tanto en su aprendizaje como en su traducción. Esto se debe a su compleja estructura gramatical y ortográfica. Al igual que sucede con el finés, son lenguas flexivas, donde las palabras cambian de forma en función de su relación gramatical con el resto de palabras de la misma frase.

8. Francés

De entrada, para los que tenemos el español como lengua materna, no debería resultar de gran dificultad el aprendizaje del francés, ya que se trata de una lengua romance. Sin embargo, este idioma se cuela en el ranking de lenguas difíciles de traducir debido a que su estricta gramática y sus complejas reglas de pronunciación dificultan su completo dominio.

En cualquier caso, siempre resultará más fácil para un traductor español aprender y trabajar con el francés que con otro idioma con el que haya más distancia entre lengua origen y lengua meta, como podría ocurrir, por ejemplo, entre el español y el chino. En Najual Traductores & Intérpretes trabajamos en la traducción de todos los idiomas y contamos siempre con profesionales nativos.